Percepción de espacio y temporal

La percepción del espacio en que aparecen situados los objetos nos viene dada por una sola modalidad sensorial; ciertamente, en la percepción de distancias y posiciones, la vista desempeña una función destacada. Ambas cosas se aprecian a través del tacto, el oído y sensaciones de equilibrio. La percepción del espacio no se debe tan solo a diferencias locales de la estimulación retinal; en ella entran en juego aspectos relacionales, que van desde la existencia de un marco visual de referencia hasta la apreciación de la propia verticalidad corporal por el sentido del equilibrio. El sistema de referencias en que se configura nuestra percepción del espacio no es solo bidimensional. En apariencia nuestra percepción de profundidad parece efectuarse de modo visual directo, pero en realidad se lleva a cabo a través de unas claves indirectas, adquiridas y no siempre visuales.

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La percepción temporal es también conocida como bioritmos ya que ésta, es nuestro reloj interno que nos dice que hacer y cuándo hacerlo, por ejemplo: Cuando te levantas en la mañana tu mente aunque aún se encuentre oscura la calle te dice que es "temprano" y qu dentro de poco saldrá el sol. También existen personas que se despiertan a cierta hora sin necesidad de un despertador externo, es muy curioso. La percepción temporal se divide en 2, prospectiva que es la acción de calcular cuánto tiempo tardarás en hacer algo y la retrospectiva que es la acción de calcular lo que has tardado en hacer algo.